Investigar y prevenir los 14 Alérgenos

En el caso de la alergia al Gluten, lo provoca una proteína, que es el gluten, contenida en los cereales de trigo, la cebada y el centeno; y tanto el consumo, el contacto, como la inhalación lo pueden causar . En el caso de las intolerancias, también es el gluten el causante pero al ser ingerido. Se puede manifestar en la infancia o en edad adulta. No confundir con la celiaquía que provoca problemas de absorción alimentaria. Existen personas con alergias al trigo que generalmente pueden ingerir los demás cereales, se denominan sensibles al gluten; sin embargo los alérgicos al gluten como los celiacos no pueden ingerir ningún alimento que contenga gluten. Para evitar tener reacciones alérgicas hay que evitar: trigo, avena, cebada, centeno, triticale (cereal reforzado) y los derivados, por ejemplo: harinas, pastas, productos de bollería y bebidas hechas con cereales (cerveza, whisky, etc.),los higos secos son otro alimento restringido.

En la alergia al huevo el causante puede ser la proteína de la clara, la de la yema o ambas; pero también puede influir su forma de consumo (si es crudo o cocinado); un contacto sufrido de forma directa o indirecta puede provocar las mismas reacciones. Puede aparecer a cualquier edad, pero la más frecuente es que ocurra en niños lactantes menores de un año, cuando se introduce alimentos enriquecidos o complementarios. No hay que pasar por alto los huevos de diferentes aves porque no se exime de tener reacciones; tanto el producto como en todas sus transformaciones, como los derivados obtenidos por ello, les sucede lo mismo, como por ejemplo: carnes procesadas(embutidos, hamburguesas, pastel de carne, albóndigas, malvaviscos, mayonesas, merengues, productos de panadería y pastelería, mazapán, glaseados, budines, natillas, aderezo para ensaladas, alimentos rebozados, pastas frescas o secas, ñoquis, espuma en café especiales con alcohol…

En la alergia a la lactosa el causante son las proteínas de la leche (la betalactoglobulina y la caseína) y su suero; se puede provocar por la ingesta, por contacto indirecto e incluso por inhalación; no confundir con la intolerancia que es debido al déficit de la lactasa que ayuda a digerirla. Ésta alergia es de las más común en niños, que normalmente desaparece en la edad adulta, aunque hay casos en los que perdura. Además de la leche de vaca también sucede lo mismo con la de cabra, oveja, búfala y los derivados obtenidos de todas ellas; como por ejemplo: quesos, yogures, mantequillas, productos cárnicos procesados como los embutidos o albóndigas, productos de panadería y pastelería, batidos, helados, bebidas alcohólicas como cremas de orujo.

En la alergia a la mostaza el causante de las reacciones alérgicas es toda la planta (hoja, tallo y semilla); por eso sus productos y derivados deben evitarse. La alergia a la mostaza es más frecuente en los pacientes adultos, aunque puede manifestarse en edades tempranas pero de forma cutánea. Los alérgicos a la mostaza puede que también lo sean a alimentos de la misma familia (nabo, rábano, col, coliflor, col de Bruselas, brócoli, repollo) así como otras semillas ( semilla de lino y de colza) y otros alimentos vegetales ( frutos secos, frutas rosáceas y legumbres); deben de evitar todos los productos derivados; como por ejemplo: salsa de mostaza, salsas industriales de barbacoa, mayonesas, tomate, salsa de pescado, aliños para ensaladas, carnes procesadas como salchichas, sopas, caldos y sobre todo, evitar condimentar los platos con ellas.

En la alergia a los frutos secos o de cáscara, la causan diferentes proteínas que contienen estos frutos. Suele aparecer después de los 3-4 años, porque generalmente es cuando se comienza a consumir. Puede darse relaciones alérgicas a un fruto, a los de una misma familia o a todos; pero el consumo de aceites no supone la reacción alérgica por estar compuesto por sus grasas. Los frutos que dan más alergias son el pistacho, la nuez, la avellana, almendras, semillas de girasol, anacardos y sus productos derivados de estos frutos como por ejemplo: productos de panadería y pastelería, galletas, turrones, chocolates, helados, gominolas, cremas, salsas, cereales de desayuno e incluso papillas para bebés.

En la alergia a los cacahuetes lo causa la proteína de las leguminosas que no es igual que la de los frutos secos y tampoco se considera como tal; aunque el cacahuete es una legumbre, es raro que el alérgico al cacahuete lo sea a otras leguminosas como lentejas, garbanzos o alubias. Suele desaparecer después de los 3-4 años cuando empieza su consumo. Tanto el consumo de este producto como el contacto con él lo provocan, pero el consumo de aceite no supone la reacción alérgica por estar compuesto por sus grasas. Es por eso que no todos los productos derivados pueden ser alérgicos, pero aquí están los ejemplos de cuales son: productos de panadería y pastelería, galletas, chocolates, helados, gominolas, cremas, salsas, cereales de desayuno, papillas para bebés. Hay que prestar mucha atención a los platos procedentes de la gastronomía asiática, africana, mediterránea o mexicana.

En la alergia al grano de sésamo se debe a la proteína de sésamo o también conocida como ajonjolí. La alergia al sésamo afecta a niños y adultos en un grado similar; también parece haber reactividad cruzada entre los alérgenos de sésamo y de cacahuete, de centeno, de kiwi, de semilla de amapola y varias nueces de árbol ( como la avellana, la nuez negra, el anacardo, la macadamia, y el pistacho); por eso las personas con alergias al sésamo deben evitarlos; así como todos los productos derivados; como por ejemplo: panes, galletas, algunos dulces, hamburguesas, salsas.

En la alergia a los altramuces es provocado por la proteína del altramuz, pero al ser una leguminosa va asociada a la alergia a los cacahuetes, por lo que quien tiene alergia a los altramuces es muy probable que también la tenga a los cacahuetes y viceversa. Se manifiesta tanto en la infancia como en la edad adulta. Se debe evitar su consumo, su contacto o inhalación del producto o sus derivados; como por ejemplo: harinas sustitutivas del gluten, productos de panadería, pastelería, pastas, productos de carnicería.

En la alergia al apio es debido a la proteína de alta concentración que se encuentra en éste vegetal; cabe la posibilidad de que sí se es alérgico al apio también lo sea a la zanahoria y al pepino, esto se suele producir más tras su ingesta en crudo que una vez cocinado, aunque no está probado que cocinando el producto se elimine la alergia. Puede encontrarse alergia al apio desde edades tempranas hasta la edad adulta. Por éstos motivos se debe de evitar su consumo y los productos derivados de él como por ejemplo: caldos, sopas, salsas, encurtidos, adobos, concentrados, y platos culinarios que se utilicen en ensalada.

En la alergia a la Soja se provoca por la proteína de la soja, suele aparecer en los primeros años de vida al consumir leche maternizada de soja que normalmente desaparece, pero en algunos casos perdura hasta la edad adulta. Los alérgicos deben evitar las hojas, tallos, semillas y productos derivados de ella. Muchos alimentos pueden contener soja, como por ejemplo: productos de carnicería, panadería, pastelería, el chocolate y los cereales para el desayuno, leches enriquecidas, el tofu (queso de soja).

En la alergia a los moluscos es la proteína que contiene ellos ( la tropomiosina) la causante y tanto el propio consumo, su contacto, como la inhalación de sus vapores lo producen. Puede manifestase a cualquier edad aunque es más frecuente en adultos; aunque se tenga alergia a los moluscos no quiere decir que también lo seas al resto de los productos del mar. Tanto los propios moluscos como los propios productos obtenidos de ellos y sus derivados producen reacciones alérgicas; como por ejemplo: sopas, salsas, concentrados de pescado o marisco, pizzas, paellas, surimis, rollitos congelados de cangrejo, ensaladas, etc.

En la alergia a los crustáceos es provocada por algunas proteínas que contienen los crustáceos ( la tropomiosina) y el propio consumo, el contacto como la inhalación de sus vapores lo producen. Puede manifestarse a cualquier edad aunque es más frecuente en adultos; que se tenga alergia a los crustáceos no quiere decir que también lo seas al resto de los productos del mar. Tanto los propios crustáceos como los productos obtenidos de ellos y sus derivados producen la reacción alérgica como por ejemplo: sopas, salsas, concentrados de pescado o marisco, pizzas paellas, surimis, rollito congelado de cangrejo, ensaladas, etc.

En la alergia al pescado es provocada por una proteína que contienen los peces ( denominada parvalbúmina) que no se altera por el calor ni la digestión. Son los pescados blancos los que más contienen ésta proteína, aunque en los azules lo contienen en menor medida; el consumo , el contacto o inhalación implica un peligro. Las reacciones surgen en los primeros años de vida en los niños pequeños y es el alimento responsable en el 12-14% en los adultos. Tanto los diversos peces como sus derivados son perjudiciales como por ejemplo: sopas, salsas, concentrados de pescado o marisco, pizzas, paellas, surimis, rollitos congelados de cangrejo, ensaladas, gelificantes utilizados para gelatinas de espesar y destacar a los productos farmacéuticos que sean enriquecidos con omega3 porque provocan los mismos problemas.

En las alergias a los sulfitos lo causa ésta misma sustancia derivada del azufre, que puede manifestarse tanto en niños como adultos. Se encuentra en la mayoría de bebidas alcohólicas y también se usa como conservante alimentario para evitar las bacterias, mohos, levaduras, alimentos procesados sobre todo del sector cárnico, también en pescados y mariscos identificándose con las siglas que van de la E220 a la E228.